¿Qué es una ciudad? Diversas
son las formulaciones y heterogéneos los criterios contemplados a la hora de
definir qué es una ciudad, sin embargo nos centraremos en el “dualismo urbano”
en el que hacen hincapié Sassen y
Castells.
Al igual
que la fractura entre campo y ciudad es algo que ha existido desde siempre, en
este texto, ambos autores reflejan los efectos de la economía en la concepción
actual de ciudad, donde se manifiesta una clara diferenciación entre dos
sectores, uno por así decirlo privilegiado (economía formal basada en la
información), los cuales realizan los mejores trabajos y otro no privilegiado (
economía informal, sector compuesto de una fuerza de trabajo que es creada por
las limitaciones estructurales que han sido impuestas a favor del sector formal),
a quienes se les asignan los trabajos precarios primando las relaciones de
explotación y no de reciprocidad. Ante todo esto, la ciudad ha quedado estigmatizada
como escenario de sociedades con clases que poseen estilos de vida
diferenciados, donde los límites entre unas clases y otras, están claramente
definidos, existiendo una mínima
comunicación entre ellos, lo que lleva a una clara segregación donde el grupo menos
poderoso queda excluido y por el contrario el grupo dominante establece una “clase
social hegemónica” que crea dependencia y moldea la sociedad civil a su capricho.
Desde nuestro punto de vista, esto es
posible en parte, como señalan Sassen y
Garcia canclini por el impacto de las nuevas tecnologías de la información y de
la comunicación en la ciudad, por el rol estructurante de los mass media en su
desarrollo, es decir, como esta afectando en la ciudad y la ciudadanía el discurso que se nos esta
vendiendo, ese discurso moderno al que solo tienen acceso unos pocos, que sin darnos cuenta, esta implantando en
nuestras formas de pensar y actuar un modelo de vida al que todos debemos
unirnos, estemos o no de acuerdo. Este discurso que nos venden los medios de
comunicación construye ciertas formas de representación del mundo que finalmente
son aceptadas por todos como “normales” llegando a provocar por ejemplo una
mayor sensación de poderío como consumidores en lugar de como ciudadanos, haciéndose
necesario orientar la economía y el progreso tecnológico, en una dirección mas
social.
Así, podríamos decir, que el proceso
de globalización en el que estamos implicados esta generando el aumento de nuevas
desigualdades en lugar de reducirlas y dentro de esta globalización las
ciudades, se han convertido en laboratorios donde se experimentan la democracia
y la tiranía, la igualdad y la distinción donde las redes de poder que las manejan,
configuran un contexto que condicionará la forma de ser y actuar de los ciudadanos.

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